Llevamos unas semanas trabajando en clase la división. Después de varias sesiones afianzando el concepto mediante múltiples juegos y actividades, íbamos a averiguar por qué el resto de una división no puede ser igual o mayor que el divisor.
En lugar de explicarlo en la pizarra y que ellos tuvieran que aceptar mi explicación sin más, hicimos una divertida actividad, con material manipulativo y además, comestible.
Classdojo nos formó al azar dos equipos de 5 miembros. Cada equipo tenía 37 uvas para repartir como ellos quisiesen, con dos condiciones: todos tenían que tener el mismo número de uvas y debían expresar en el cuaderno con una división el reparto que habían hecho.
En el otro equipo, cada miembro recibió 7 uvas, y sobraron 2.
Representamos el reparto de cada equipo en la pizarra. Analizamos los dos casos. En los dos casos, la prueba de la división era correcta. Pero:
- En el segundo caso, vieron que con las uvas sobrantes, no se les podía dar una más a cada miembro.
- Pero en el primer caso sí. Les sobraron 12 uvas, y aún podían seguir repartiéndolas entre todos los miembros del equipo.
Posteriormente, el primer equipo modificó el reparto. Cada equipo averiguó cuántas uvas más les haría falta, para que junto con las del resto, todos tuvieran una más, y llegamos a la conclusión, que en una división el resto nunca puede ser igual o mayor que el divisor.
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