Llevamos unas semanas trabajando en clase la división. Después de varias sesiones afianzando el concepto mediante múltiples juegos y actividades, íbamos a averiguar por qué el resto de una división no puede ser igual o mayor que el divisor.
En lugar de explicarlo en la pizarra y que ellos tuvieran que aceptar mi explicación sin más, hicimos una divertida actividad, con material manipulativo y además, comestible.
Classdojo nos formó al azar dos equipos de 5 miembros. Cada equipo tenía 37 uvas para repartir como ellos quisiesen, con dos condiciones: todos tenían que tener el mismo número de uvas y debían expresar en el cuaderno con una división el reparto que habían hecho.